- Área: 490 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Rodrigo Montoya V
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Costa Rica, como en el resto del mundo, la bicicleta ha tomado un lugar muy importante tanto como medio de transporte como recreación.
Cada día que pasa, se utilizan tecnologías más modernas para la fabricación y el diseño de bicicletas, por lo que la compra de una de ellas no debe ser un trámite sino una experiencia.
El Scott Reference Center pretende ser un catálogo en vivo de toda la gama de bicicletas del fabricante. Las bicicletas se disponen de tal forma que cada una puede apreciarse de forma individual y clara, pudiéndose observar cada detalle y accesorio que la componen.
Más que un espacio de venta de bicicletas, el edificio pretende ser un espacio de encuentro e intercambio deportivo. La primera planta está dedicada al atletismo y el triatlón. La segunda planta se compone de área de ciclismo, vestidores y oficina administrativa.
El edificio cuenta con un “laboratorio” de mediciones y ajustes. En este espacio, se analizan las dimensiones del cuerpo de cada cliente para poder recomendar y ajustar la bicicleta que mejor se adapte a sus necesidades.
En el tercer nivel, se dispone un espacio flexible que se complementa con un deck abierto. Este espacio permite cualquier tipo de actividades, desde clases deportivas hasta charlas y ruedas de prensa.
La ubicación del edificio contiguo a un parque municipal, permite abrir e integrar los ingresos para lograr un espacio que se disfrute tanto desde afuera como desde adentro, provocando la reunión entre peatones y colaboradores. Los propietarios intervinieron una pequeña zona del parque, colocando estacionamientos para bicicletas, creando así una mayor integración del proyecto hacia la ciudad.
La disposición de los estacionamientos en un semi-sótano, provoca una serie de desniveles superiores, creando visuales dinámicas entre los espacios, integrando con iluminación natural todos los niveles de la tienda.
Con este proyecto, se da un giro radical a la respuesta urbana que se ha venido haciendo históricamente, donde tradicionalmente el edificio se retrae hacia atrás dejando espacios abiertos al frente. Por disposiciones municipales, se exige ahora que los edificios se alinean a la acera, provocando protección e integración hacia el peatón. Los espacios de estacionamiento se colocan hacia el fondo de la propiedad, restando importancia al automóvil para dársela al ser humano.